HISTORIA DE DON BOSCO: PADRE, MAESTRO Y AMIGO DE LOS JÓVENES

Juan Melchor Bosco, nació en un pequeño caserío de Castelnuovo D’Asti, en el Piamonte, llamado popularmente “I Becchi” el 16 de agosto de 1815.

 

Fue un sacerdote, educador y escritor italiano del siglo XIX.

Siendo todavía niño, la muerte de su padre le hizo experimentar el dolor de tantos pobres huerfanitos, de los que luego se hará padre.

 

Pero encontró en su madre Margarita un ejemplo de vida cristiana.

A los nueve años tuvo un sueño: pareció estar en medio de una multitud de muchachos jugando, pero algunos de ellos peleaban.

Rápidamente Juanito se arrojó sobre ellos, con sus puños y patadas para hacerlos callar; pero he aquí que se presenta un hombre que le dice: “No con golpes, sino con la mansedumbre y con la caridad deberás ganarte a estos, tus amigos. Ponte ahora mismo a instruirlos sobre la fealdad del pecado y la belleza de la virtud.

Yo te daré la Maestra bajo cuya disciplina llegarás a ser sabio; y sin la cual, toda sabiduría se convierte en necedad”.

Luego entendió que el hombre era Jesús y la maestra era María, que lo iluminó toda la vida y la honró con el título de “Auxiliadora de los cristianos”.

Así fue como Juan quiso aprender a ser saltimbanqui, prestidigitador, cantor, titiritero, para poder atraerse a los compañeros y mantenerlos alejados del pecado.

 

Queriendo ser sacerdote para dedicarse enteramente a la salvación de los niños, mientras trabajaba de día, pasaba las noches sobre los libros. Hasta que pudo entrar en el Seminario de Chieri y ser ordenado Sacerdote en Turín en 1841, a los 26 años.

En aquellos tiempos, Turín estaba llena de muchachos pobres en busca de trabajo, huérfanos o abandonados, expuestos a muchos peligros para el alma y para el cuerpo.

Don Bosco comenzó a reunirlos los domingos, en una iglesia, en una plaza, para hacerlos jugar e instruirlos en el Catecismo, hasta que, después de cinco años de enormes dificultades, logró establecerse en el barrio periférico de Valdocco y abrir su primer Oratorio.

En él, los muchachos encontraban comida y alojamiento, estudiaban o aprendían un oficio; pero, sobre todo aprendían a amar a Jesús y a ser como él.

 

Don Bosco era muy querido por sus “pilluelos”

y con ellos se hizo santo.

Para ellos fundó la Congregación Salesiana en 1842, formada por sacerdotes y laicos que quieren

continuar su obra formando

“honrados ciudadanos y buenos cristianos”.

Queriendo extender su apostolado también a las muchachas, fundó con Santa María Dominica Mazzarello la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora en 1872.

 

Los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora se extendieron por todo el mundo al servicio de los jóvenes, de los pobres y de los que sufren, con escuelas de todo género y grado, institutos técnicos y profesionales, hospitales, dispensarios, oratorios y parroquias.

Agotado en sus fuerzas por el trabajo incesante, se enfermó gravemente.

 

“Lo que he hecho, lo he hecho por el Señor. Se habría podido hacer más, pero lo harán mis hijos. Nuestra Congregación es conducida por Dios y protegida por María Auxiliadora”.

El 31 de enero de 1888 murió en su pobre habitación en Valdocco, a la edad de 72 años.
El 1 de abril de 1934 lo proclamaron Santo, por los muchos milagros generados en el corazón de los pibes.

Aquí te dejamos la película para que puedas conocer más:

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Historia de Don Bosco
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